Hasta el verde te impide conseguir trabajo… Déjame explicarte cómo. A casi todos nos ha pasado algo como lo siguiente: quieres acariciar a un gato, te le acercas y apenas te ve sale huyendo. Puedes intentarlo rápido para sorprenderlo o despacio para que no te note, pero siempre se va justo cuando ya lo vas a tocar. En cambio, te sientas a chatear en el celular o a ver una serie, y viene y se te empieza a restregar o se te acuesta encima.
Igual con el sueño. Y es contradictorio, porque para dormir se necesita estar relajado, pero el que no puede dormir se esfuerza por quedarse dormido, y haciendo esfuerzo antes se aleja más de la relajación que necesita para dormirse. ¿Pero qué tiene eso o el verde que ver con la búsqueda de trabajo? Déjame explicarte algo llamado la ley del esfuerzo reverso.
En muchas situaciones, esforzarnos sólo nos aleja más del resultado buscado. Nos han enseñado que el esfuerzo es fundamental para lograr cosas, y es muy cierto, pero lograr metas no sólo requiere trabajo; también debemos abstenernos de actuar ocasionalmente, y para saber cuándo actuar y cuándo no, necesitamos inteligencia y habilidad.
Fue el sabio escritor inglés Aldous Huxley el que acuñó la ley del esfuerzo reverso hace más de 50 años diciendo lo siguiente:
«Entre más tratemos concientemente de lograr algo, menos lo vamos a obtener. Las capacidades y sus resultados le resultan sólo a aquellos que han aprendido el paradójico arte de hacer y no hacer, o de combinar relajación con actividad…»
Ejemplos de sobra tenemos, como cuando se tiene pareja o trabajo y las ofertas suelen abundar, a veces hasta mejores comparativamente con lo que se tiene en el momento, pero quédate soltero o desempleado y los únicos mensajes que recibes son del banco a cobrarte las cuotas atrasadas. Victor Frankl llamaba a eso «ansiedad anticipatoria» y otros lo conocen como la profecía autocumplida. Nos fijamos tanto en evitar algo que terminamos atrayéndolo, o nos fijamos tanto en obtener algo que terminamos alejándolo. Y no, no es místico necesariamente. ¿Pero entonces cuál es la solución?
Curiosamente, tanto los racionales (Frankl, Huxley o Jung entre muchos más), como los Taoistas místicos encontraron la misma solución desde orillas distintas. Frankl nos propone algo llamado «Intención Paradójica» que consiste en dejar de buscar o evitar algo, y centrarnos más en su opuesto (es más probable que te quedes dormido haciendo fuerza por permanecer despierto que haciendo fuerza por dormirte, por ejemplo). No quiere decir que te centres en buscar estar desempleado, tranquilo. Déjame ampliarlo con el «Wu-Wei» de los taoistas.
Después de aprender a manejar un vehículo, algo tan difícil pasa a hacerse automáticamente, porque no estás pensando en un objetivo como meter un cambio o pisar un pedal, sino en el sitio al que quieres ir. Ese estado de flujo suave, sin esfuerzo y automático es el que se busca, donde la mente racional que calcula todo y se desespera por los resultados pasa a un segundo plano y lo único en lo que se concentra la persona es en el instante (el bailarín se convierte en el baile, el pintor en la pintura) Eso es Wu-Wei.
En cosas tan estresantes como un proceso de selección, el cortejo de una pareja o intentar vender algo, el consciente pasa a hacernos zancadilla o a mostrarnos desesperados. Obviamente se requiere un esfuerzo inicial de preparación, al igual que aprender para aprender a manejar, pero después toca dejar que las cosas ocurran centrándose sólo en disfrutar la actividad del instante y no el resultado.
Bukowski decía acerca de cómo escribir «No lo haces… No lo intentas. Es muy importante no intentarlo. Esperas, y si nada pasa, esperas un poco más. Es como un insecto arriba en la pared. Esperas que baje y se te acerque. Ya a la mano le das una palmada y lo matas. O si te gusta como luce, lo conviertes en tu mascota»
Por cierto acerca del verde… No tiene nada que ver con el deportivo Nacional o el Deportivo Cali. Es el estado que pone la gente en LinkedIn cuando está buscando empleo y les sale un círculo verde alrededor de su foto. Al igual que estar soltero, refleja desespero o necesidad y puede jugar en contra, entonces mejor evitarlo. Recuerda ignorar a los gatos.